sábado, 28 de enero de 2012

No hay más.

Sólo quería escribirte para decirte cuánto te odio, te odio más que a nadie en el mundo, y no me da vergüenza decir que ese amor que sentía y esas ganas de morir por tí que había, ahora son deseos de asesinarte y cobrar venganza... ¿ venganza de qué ? ... venganza por haberme enseñado a amar, por haberme mostrado un mundo desconocido para mí en el que apenas había caminado, amando todo lo que te rodeaba y besando todo lo que tocabas, enseñandome lo que es ser feliz y ver todo rosa en vez de color realidad. Venganza por haberme enseñado a sentir deseos y placeres y venganza por enseñarme a extrañar, pero sobretodo, venganza por haberme obligado a aprender a sufrir, por haberme obligado a aprender a olvidar, por haberme obligado a saber que es lo que se siente perder todo lo que tenías antes, venganza por hacerme despertar de mi sueño. A pesar de todo, te lo agradezco, por haber sido tú y no otra persona, la que ha caminado conmigo y me ha enseñado a levantarme, la que a pesar de todo lo pasado me ha ayudado, y la que ahora se va. Gracias por ser tú el que aguantó mis caprichos y gracias por ser tú el que me gritaba al enfadarnos, gracias por ser tú el que me decía cosas bonitas y gracias por ser tú el que me escuchaba llorar. Porque no hubo otra persona que no fueses tú, gracias por todo lo que hiciste por mí.

1 comentario:

  1. Joder, yo hubiese escrito algo muy parecido, aunque no tan directo. Es genial.
    Besos.

    ResponderEliminar