También hay otras cosas tuyas que me ponen de los nervios, pero esas si me gustan. Me pone de los nervios que te me acerque y me digas tonterías sin ningún fundamento al oído. Me pone de los nervios que digas guarradas para verme la cara de asco, sí, esa misma de la que te ríes una y otra vez. Me pone de los nervios que me imites y te rías porque me enfado. Me pone de los nervios que me trates como a un niño pequeño que no sabe lo que tiene que hacer en momentos serios. Me pone de los nervios que te pongas pesada con un tema y me trastornes la cabeza, una y otra vez, con la misma frase durante todo el día. Me pone de los nervios que hagas tonterías y me empujes. Sí, todas estas cosas me ponen de los nervios, pero sin ellas no sabría vivir, no sabría vivir sin esa sensación de que estoy metido en una montaña rusa constantemente. No sabría vivir sin sentir que el corazón se me desboca y sin sentir que bombea la sangre a la velocidad de la luz.
Existen muchas maneras de ponerme de los nervios, pero unas me hacen sentir bien y otras mal. No sé, tal vez sea cosa mía, y al resto del mundo los nervios siempre los saquen de sus casillas, pero, ¿qué queréis que os diga?, yo a cada segundo que estoy con él me pongo de los nervios, pero no sabría vivir sin esos nervios que suben y bajan por todo el cuerpo, que me trastornan. Esos nervios que me vuelven loco.
Gran entrada, muchas de esa cosas a mi también me ponen de los nervios, mas bien me desquician.. Juju :3
ResponderEliminarMe encanta tu blog! :)
Te sigo, un abracillo desde Almería
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