domingo, 1 de diciembre de 2013

Shh, que nadie se entere

Podría empezar a escribir describiendo tu manera de agachar la cabeza al sonreír, pero creo que no sería capaz de encontrar adjetivos, metáforas o simplemente manera de explicarlo a la altura... podría decirte que algún que otro sentido me empieza a fallar cuando me acerco a tu boca, también podría decirte que fue la primera parte de ti en la que me fijé pero entonces vendrían tus ojos pidiéndome explicaciones de por qué no les nombro, y si no les nombro es simplemente porque al mirarlos y solo mirarlos se me entrecorta la respiración y no soy capaz de articular palabra, joder, ese azul no lo tiene ni el mar. 
Tus labios... tus labios guardan la llave... que coño; la llave, el candado, la caja fuerte, y el tesoro. La llave del cajón que vamos a llenar de folios repletos de historias y la llave de un candado de cualquier puente de Venecia.
Cómo no voy a perderme en el metro de Madrid cuando sé que estoy yendo dirección a tu cuerpo. Si pudiera describir la sensación al acariciarte, entenderías el por qué de no querer dejar de hacerlo y al hacerlo, de repente han pasado dos horas, dime tu truco, el tiempo sin ti iba mucho más lento, eso si que es volar y andar al mismo tiempo... y tu manera de hacer desaparecer el frío solo con tu presencia, no entiendo nada ni quiero entenderlo, solo mantenerlo...y bueno, tienes demasiadas cosas buenas, pero, ¿qué gracia tendría que te dijera todo lo que me encanta de ti si lo puedes ir descubriendo poco a poco, beso a beso? 
Yo también te quiero, mi amor, pero no soy capaz de explicar, cómo, cuánto, de qué manera ni hasta qué punto porque para eso necesito te necesito tener aquí durmiendo a mi lado y esperar a que despiertes para que lo compruebes. Shhh.

4 comentarios:

  1. He leído tu blog y me parece adecuado decirte lo siguiente: ¡tienes verdadero talento! No me refiero solamente a escribir, puesto que no sé si los textos son tuyos. El talento, según yo lo entiendo, viene de un conjunto de muchas pequeñas cosas innatas en nosotros mismos, que se encuentran en nuestra naturaleza. Por descontado, eres un romántico (y ese tipo de personas se está extinguiendo en este mundo...) La gente ya no cree en el amor. Así que, aunque esto sea solo uno de millones que recibirás en tu vida (y la mayoría más importantes): ¡felicidades! Este blog me ha sorprendido gratamente.

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