
Y saber que a veces ganas y otras debes de perder y aprender de los errores y no volver a caer otra vez en esa trampa y en sus armas de mujer...
Soy así lo reconozco, preso de mi orgullo perdí tanto, y ni lo busco, me ofusco cuando pierdo la esperanza, es a menudo, y me refugio en folios blancos.
Sé que es raro no ser como el resto, me rallo si te fallo pero no huyo no soy de esos no.
Voy a dejar todas mis ganas apartadas, quizás alguien reviva de estas cenizas las llamas, dejé de esperar llamadas que no llegan y condenan al olvido a estar a prueba porque quema no ser nada somos el humo de tu último cigarro, el culo de esta botella que en mi mano refleja la tristeza de no verte aquí a mi lado y que ya no queda tiempo para olvidarnos.
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