Capítulo 7

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mi para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

Y yo... sigo temblando.

Domingo

Tú siempre vas a significar domingo. Porque precedes a los lunes, y eso significa que eres la calma justo antes de la tormenta. Tú siempre has sido domingo, porque siempre has significado final, y el comienzo de otra semana. Siempre has sido domingo, porque has sido mi resaca de tantos sábados que sólo quería quedarme todo el día durmiendo contigo. Por eso eres domingo, porque nunca quiero que te vayas, porque no quiero que lleguen los lunes, porque significa que tiene que volver a pasar una semana para volver a querer que no te vayas. Y yo, quiero que seas mis domingos, para hacer del peor día de la semana una maravilla nueva cada siete días y bueno... por ver cómo te quedas dormida también... pero eso no importa.

Periodo de entreguerras

Domingos, días con poco que hacer y mucho que pensar,dicen que las comparaciones son odiosas, pero muchas canciones valen más la pena que muchas personas, muchos poemas valen más que una historia de pseudoamor, unas manos tocando tu canción favorita en el piano son mucho más bonitas que todos esos falsos besos que se dan, y qué idiota o simplemente afortunados quién opine lo contrario.
Está bien de vez en cuando eso de sentirse como un niño pequeño y que te resbale todo.
Aunque bueno, pensándolo bien, en braile siempre se leía mejor por tus caderas.

No sé

Eh, ¿Qué tal todo por allí? Por aquí todo normal, no hay estado de ánimo, y a veces es mejor la verdad, aquí hace sol, no sé, pero para mí no para de llover, es más, me estoy ahogando en toda esta lluvia, haciendo tsunamis en pequeños charcos, no sé, ni quiero saber nada, ya no me la juego todo a la ruleta rusa, he aprendido a congelar las cosas, a estar frío, no sé, debe ser la lluvia, ahora mismo esta todo esto en un punto intermedio entre lo caliente y el hielo que quema, no sé, yo siempre fui de extremos, o de cal o de arena, no fui de decisiones claras, ¿para qué serlo? No sé, aquí sigue amaneciendo a eso de las siete de la mañana, y anocheciendo muy pronto, no me gusta ¿Sabes? No sé, aquí la rutina sigue siendo la misma, ya no estás, pero la misma, y aquí sigo, mojándome un poco bajo esta lluvia que no para.
Y bueno, parece que no va a parar... no sé
Jamás hubiese imaginado que el silencio pudiese llegar a hacer tanto ruido a las tres y media de la madrugada.
Sigue sonando de vez en cuando la canción perfecta para bailar y cantar bajo la lluvia, no sé, yo parece que ya no sienta las piernas y sea mudo. Yo no tengo ni tuve ni tendré tanta fuerza como tienes tú. Yo no puedo mirar tus fotografías sin tiritar de ganas de sumergirme en cada una de ellas. En esa sonrisa que me mata y me dio la vida tantas veces.
Y no sé, yo sigo bajo la lluvia sin saber muy bien que hacer. 

Una hora menos en Londres

Y plaf, llega el temido y triste Otoño. O no. Sigo contando los días para verte, sigo temblando cada vez que piso el metro sabiendo que no queda nada para hacerlo y al bajar del frío tren llegue el calor de tus abrazos, creo que Madrid es mucho más bonito cogido de tu mano deseando llegar a un semáforo en rojo solo para tener una excusa más para darte un beso, sigo poniendo de los nervios cada vez que pienso en lo poco que queda, y qué eterno se puede hacer, ya te echo de menos y aún ni has venido, no quiero ni imaginar cuándo te vayas, qué inseguridad, me tiemblan hasta las piernas, no sé que me pasa, dicen que es el Otoño, yo que sé, tengo tantas cosas en la cabeza que cada vez que intento centrarme en algo me viene a la mente esa película que aún no hemos visto, tengo la corazonada de que va a ser una de las mejores películas que he visto, no sé, por tus abrazos y esas cosas que nunca me han gustado de nadie, llegas tú y le das la vuelta a todo.

Sigue rebotando la lluvia en los tejados y yo sigo echándote de menos sin que aún hayas aparecido por aquí, fisicamente, me refiero, porque conmigo te pasas el día, en mi cabeza digo, quiero que recuerdes una cosa, quizás sea una tontería pero si algún día no sabes salir, si no sabes irte de mi casa y de mi cabeza, no te vayas, no te vayas si no te vas a ir del todo.

Ya no sé si ahora, del revés, está todo raro o era antes cuando estaba todo mal, incompleto, sin ti. No sé, que extraño. 

Yo sigo mordiéndome las uñas. Y tu sigues sonriendo haciendo el mundo un poco menos feo. 

Mi particular rutina

Y entra el sol por mi ventana, y no, aún no estás aquí y a mí me falta algo. O todo, no sé. Que triste es despertar todos los días así, y que nunca cambie nada. Y que si estuvieras aquí cada mañana no me quejaría tanto ni pediría que todo cambiara, pero no es el caso, asimilemoslo, yo sigo desayunando enormes tazones de desesperación mezclados con unas pocas ganas de ti y un café, por eso de mantenerse despierto, que dormir conlleva soñar contigo y eso sería una basta manera de meter el dedo en limón para justo después ahogarlo en la yaga. Todas las mañanas sigo duchándome con impotencia, o eso que los necios llaman agua caliente, contigo... contigo nunca haría falta. Sigo cepillándome los dientes cada mañana con las mismas frustraciones que me llegan a preguntarme por qué no tengo unos buenos días medianamente decentes desde que no amaneces a los pies de mi cama con una de mis camisetas que tanto te gustan. Salgo de casa cada mañana pensando en todos esos poemas que te escribía y nunca conseguí acabarlos porque faltaba algo, no sé, tú. Vuelvo a casa lleno de relojes y sus correspondientes manillas que joder, qué lento se mueven cuando tengo ganas de ti. 
Cada día con su moraleja, dicen, yo ya tengo la mía; 'Con ganas de nada, menos de ti'.

Qué desastre

Y es que huir sin mirar atrás sería menos complicado si no fuese justamente atrás donde se está quedando todo lo que pudimos ser y nunca fuimos. Y ahora mira qué desastre, peor que Hiroshima después de la bomba nuclear, hundido en ese microsegundo en el que me di cuenta de de cómo eran realmente las cosas, como una pelota cuando la hundes, siempre sale a flote y con mucha más fuerza de como la hundiste, y joder, qué eternidad de microsegundo, que lo bueno tarda en llegar, dicen.
A esta sonrisa ya nadie la saca a bailar su último valls.

El arte de pasar de todo

Desde los inicios de la historia han nacido ciento diez mil millones de personas, ninguna ha sobrevivido. Es tan sumamente extraño que sintamos ciertas cosas y a la vez tengamos que ocultarlas, increíble pero cierto, vivimos en un jodido mundo de mentira. Vivimos solos, aunque en ocasiones parezca mentira, de todas maneras no tiene porqué ser malo, al fin y al cabo es un paso más de la rutina, simplemente acostumbrarse, el problema llega cuando te acostumbras a lo opuesto, cuando crees que todo va a ir bien y acabas engañándote a ti mismo, ¿pesimismo? tal vez ¿una mala racha? quién sabe, a veces solo se esta mejor que acompañado de personas que no valen la pena. O eso dicen. Porque tú sí valías la pena.

Si morimos solos, ¿por qué tengo que pasarme la vida trabajando, sudando y luchando? ¿Por una ilusión? Porque ni tener amigos, o novia, ni realizar tareas como conjugar el pluscuamperfecto, o calcular la raíz cuadrada de la hipotenusa, me ayudarán a evitar mi destino. Tengo cosas mejores en las que emplear mi tiempo. El problema es en qué, en quién y el cómo.
No me queda mayor consuelo que preguntarme a mí mismo ¿Por qué? Llámame artista, creo que he desarrollado una nueva manera de arte, el arte de pasar de todo.

Sin piezas aparentes

Aquella última vez que nos vimos dejaste arritmico mis latidos, este corazón ya no baila nuestra canción ni bajo nuestra lluvia, ha aprendido a ser independiente, y qué mentira más grande, independiente, já, hasta los corazones están divididos en dos solo por no sentirse solos, y qué desgracia que alguien se sienta solo cuando en realidad no lo está, quizás solo falte la pieza por la que empezar el puzzle, qué complicado y qué sencillo a la vez ¿Verdad? Ahí el problema, dejar de confiar en cual será la pieza buena, la que mejor encaja con uno mismo, arriesgar dicen los valientes, esperar dicen los sabios, qué hacer, no sé.

Nada ha cambiado desde que te fuiste, aquí sigue lloviendo, nuestra lluvia, la que tantos besos se llevó. 

Táctica y estrategia; corazón coraza.

Estás conmigo, pero sin mí, como los besos que se dan en los aeropuertos, o los abrazos en las estaciones de tren, siempre con ganas de más, qué quién se conforma con poco siempre acaba arrepintiendo, que vale la pena luchar por lo que vale la pena tener, quiero ser esa imagen que se te venga a la cabeza en medio de la noche cuando te desveles, ese que te abrace cada noche cuando sientas que te caes al vacío, tus besos de buenos días, y tus noches de buenos besos, tus mejores recuerdos y las reconciliaciones de tus peores enfados, tus mejores películas en invierno y tus mejores fiestas en verano, resumiendo, como diría la canción 'todo, todo, todo, yo quiero contigo todo'.
Una pena que en ocasiones me cueste confiar hasta en mí mismo.
Táctica y estrategia; corazón coraza. 

Gotas de lluvia.

Pasarán los días, llegará el frío invierno de Madrid y mis manos se volverán de hielo, la playa se congelará y yo sin ti, volveré a vivir en los pequeños momentos, en los puede ser y en los quizás que no llegaron. Pero que llegarán, o eso espero. A ti, que no te conozco, pero que ya siento que eres especial, para ti que entraste en mi vida justo en el momento que más necesitaba esa sonrisa que habitualmente me acompaña, siento que cada vez estoy un poco más cerca, pero, ¿De qué? Dicen que es cuestión de perspectiva y es que a mí cada uno de tus costados me vuelven loco.Porque me matas cada vez que creo haberte encontrado, convirtiéndote en esa gota de lluvia que da paso al invierno y que desaparece al instante. Esa gota de agua que forma el mismo mar y con él sus bonitas puestas de sol que ni a ti se pueden comparar.
Bobadas, me sigo engañando, para no fallarle a esta rutina, que soy yo, el mismo de siempre, aquel niño pequeño que tenía sus ilusiones y sus pequeños sueños de niño pequeño. Y sin nadie para compartirlos. 
Qué manera más tonta de engañarme diciendo que no me importas si parezco gilipollas intentando llamar tu atención con cada letra que escribo y que tú ni te molestarás en leer. 

Tú serás mi montaña rusa y yo el niño que espera en la cola, callado, tímido y a veces demasiado romántico, pero tú seguirás siendo mi montaña rusa.

Y yo... ya estoy esperando en la cola.

Ese pingüino en medio de la fría nieve.

Momento de hacer balance, cosas buenas y otras simplemente no tanto, grandes momentos vividos con grandes personas y otras personas que simplemente no se merecen ni un mínimo de atención, la balanza cae hacia el lado positivo por suerte, gran verano, grandes momentos, grandes personas, pero todo se acaba. O no.

¿Nuevos comienzos? Quién sabe, yo no decido, quién diría que de un día para otro se acaba todo lo bueno (O no) y empieza de nuevo la jodida rutina de mañanas frías seguidos de largos días aburridos. O no. ¿Y si aparece ese pingüino en medio de toda esa fría nieve que seguro te va a alegrar? Quién sabe, tú decides. Y aquí estoy yo, deseando perseguir rinocerontes contigo, con ganas de pasar de espectador a protagonista. tú decidirás. O no. 

¿Y qué seríamos nosotros sin recuerdos?

Llega ese momento de cualquier profunda noche de verano en la que te da por pensar cosas que no debes,  omento de hacer balance de todo lo que está surgiendo en tu vida, momento de valorar lo positivo, lo negativo y las cosas a mejorar, y de repente, te das cuenta de qué no todo va tan mal cómo parece, que a veces no sólo estamos rodeados de cosas tristes o malas, que a veces un mínimo, ese mínimo detalle que en su momento pudo sacarte una sonrisa, hoy mismo, esta noche, bajo esta misma Luna que tú y yo compartimos, podrá volver a sacarnos esa tímida sonrisa. 

¿Y qué seríamos nosotros sin recuerdos? Buenos y malos, ahí están, para ayudarnos a mejorar y para apreciar los pequeños placeres de esta vida, justo como aquel último beso con sabor a 'Hasta pronto' que nunca tuvimos que darnos, ya que nunca sabríamos lo mucho que nos podíamos llegar a echar de menos

Parece una simple tontería, pero repito ¿Qué seriamos nosotros sin recuerdos? Lo mismo que un libro en blanco, similar a una carta de amor aún sin escribir por miedo a no obtener respuesta, o simplemente como el tararear de una canción, pequeños recuerdos que en un día sacaron sonrisas, hoy vuelven a sacarlas, y gracias a ellas extrañar un poquito menos ciertas cosas.

Qué irónico, justo cuando mejor me encuentro es cuando más necesito pequeños detalles, de pequeñas personas que algún día se convirtieron en demasiado grandes. Tonterías que tiene esta vida, si todo fuera como aquella sensación en el último beso, el mundo sería un poco menos malo. 

Solo habrás perdido cuando dejes de intentarlo.

Esta es la historia de un niño que con 7 años empezó a trabajar para ayudar a su familia, que con tan solo 9 años ya perdió a su madre,  que a medida que iba creciendo todos sus negocios fracasaban, este ya no tan niño decidió estudiar derecho y meterse en el mundo de la política, en 1832 se presenta a unas elecciones estatales, es derrotado, en 1838 vuelve a presentarse, y vuelve a ser derrotado, en 1840 se presenta a las elecciones de Estados Unidos, también es derrotado, en 1848 intenta ser elegido como presidente del senado, es derrotado, 1856, se presenta como vicepresidente de su partido político, es derrotado y humillado, este'niño' vuelve a presentarse en 1858 a las elecciones del senado, vuelve a ser derrotado.
¿Sabéis quién es este niño? Os lo presento, Abraham Lincoln, presidente de los Estados Unidos desde 1860 hasta 1865.

"El camino puede ser difícil y resbaladizo. Se me resbalaba un pie y sacaba al otro del camino, pero me recuperaba y me decía a mí mismo: "Es un tropezón y no una caída."
Está claro que si no lo intentas, no lo consigues, solo habrás perdido cuando dejes de intentarlo. 

La verdad sobre las personas.

Estoy bastante cansado, cansado de moralistas que predican justo lo contrario de lo que hacen. Mira a tu alrededor, observa la gente que tú crees que puedes confiar plenamente, intenta pensar en ese amigo o amiga que crees que nunca te fallará, en ese novio o novia que crees que es el amor de tu vida, adivina una cosa; todo el mundo miente, todo el mundo dice cosas que no piensa y piensa cosas que no dice.
Pero cuidado, no intentes ser una persona especial aquí, no intentes pensar 'Qué malo es el mundo blah blah blah', tú, también eres así, y que hipócrita sería yo si no me incluyera también ¿verdad? 
No digáis que sois una buena persona que le pasa todo lo malo, vosotros también lo sois. 
Todo el mundo lo es. 
Probablemente penséis que soy un amargado por decir todo esto, todo lo contrario, los amargados sois los incapaces de aceptar las cosas que os enseñaron a negar tiempo atrás. 
'Todo el mundo dice cosas que no piensa y piensa cosas que no dice'.

Aquí sigo.

Intento ver el lado bueno, lo prometo, el destino no lo pone fácil para mí es un reto pensar que todo va salir bien cuando no tengo ni un motivo pero sigo mi coraje es mi amuleto, a veces siento que no hay nada que hacer solo quedamos yo y mi fe pero tan fuertes como siempre, y quien no ha escrito en un papel lo que sentía y que manía cada día que intenté cambiar mi suerte. 
Y saber que a veces ganas y otras debes de perder y aprender de los errores y no volver a caer otra vez en esa trampa y en sus armas de mujer...
Soy así lo reconozco, preso de mi orgullo perdí tanto, y ni lo busco, me ofusco cuando pierdo la esperanza, es a menudo, y me refugio en folios blancos. 
Sé que es raro no ser como el resto, me rallo si te fallo pero no huyo no soy de esos no.
Voy a dejar todas mis ganas apartadas, quizás alguien reviva de estas cenizas las llamas, dejé de esperar llamadas que no llegan y condenan al olvido a estar a prueba porque quema no ser nada somos el humo de tu último cigarro, el culo de esta botella que en mi mano refleja la tristeza de no verte aquí a mi lado y que ya no queda tiempo para olvidarnos.

Se abren mil ventanas.

De ayer para hoy eres otra persona, y no sé en que momento cortaste la cuerda y me ves, una vez más doy mi confianza y la pisan, una vez más vuelvo a sentirme mal y a poner la sonrisa forzada, uno vez más vuelvo a ser el tonto de siempre al que vuelves loco, pero está vez voy a levantar la frente. Sé que no soy el mejor pero te he dado lo mejor que tenía, y ahora, te lo has llevado, un pedacito de mí. Si quieres irte, vete ahora, cuando te des la vuelta ya no estaré aquí, seré pasado, un pedacito más de pasado, se cierra una puerta, pero. 
SE ABREN MIL VENTANAS. 
Ya no soy esa persona que te espera.

Y no nos falta nada.

Una vez leí que con 50 años habremos conocido a lo largo de nuestra vida a unas 20.000 personas. Haciendo una regla de tres, obtuve que un joven de 17 años habría conocido aproximadamente a 6.800 personas. Pongamos que la mitad de esas personas, es decir 3.400, son hombres y la otra mitad mujeres.Y supongamos que de esos 3.400, solo 1/3 están dentro del margen de edad en el que se incluyen todas las personas con las que podríamos tener una relación. Es decir, descartamos 2/3, donde se encontrarían aquellas personas de las que nunca podríamos enamorarnos: familiares cercanos, ancianos, niños pequeños... Nos queda el siguiente número: 1.133, 333... Pero redondeando pongamos unas 1.000. De todas esas personas, nos enamoraremos de una sola. Estamos hablando de una milésima parte, 0,001. Y, a su vez, esa persona se enamorará de una sola entre 1000. De esta manera, la probabilidad de que la persona de la que uno se enamora sea precisamente la persona que se enamora de uno, es según cuentas matemáticas (1/1000) · (1/1000), una posibilidad entre un millón, 1/1.000.000. Así que, si se diera esa improbable situación de poder estar con la persona que quieres, si el destino ignorase las 999.999 opciones y convirtiera esa única probabilidad que había entre un millón, en un hecho, en una realidad, ¿qué sentido tendría no aprovecharla, que más da lo que venga luego, que importa lo complicadas que sean las circunstancias? Si lo más difícil, lo que tenía una sola posibilidad entre un millón de ocurrir, ya ha ocurrido.

Delirios de tu boca.

Llevo más de una hora pensando en ti, pensando en quién podrías ser, en hasta dónde podríamos llegar, seas quien seas, espero que me trates bien, sé que eres el amor de mi vida, y aún no sé quien eres ¿Irónico no? 
Seremos tú y yo quienes inventemos un idioma que solo entendamos nosotros, un lenguaje que solo pueda entenderse cuando estamos juntos, cuando te pasaré la mano por el pelo, por tu espalda. Lo jodido será cuando quieras olvidar, olvidar todo eso, morir de nuestro propio mundo y bajar de nuevo a esta mierda de realidad que nos atrapa. 
Es imposible describir cuánto llegas a doler en cada palabra que sale de tu boca.

Y sin motivo alguno.

¿Has tenido esa sensación alguna vez?, Esa de que te falta algo, de que no puedes sonreír porque te falta alguien. Esa persona con la que compartes momentos únicos, con la que sonríes sin motivo, porque la sonrisa te sale sola cuando estas a su lado. Esa persona que es capaz de hacerte sonreír cuando lo ves imposible.. Y cuando la tienes a centímetros de ti sientes que eres la persona mas feliz por solo tener su presencia y cuando está a kilómetros por cualquier motivo, se te cae el mundo encima, le echas de menos como a nadie. Quien lo diría, que una persona que conoces de poco puede llenarte mas que alguien que conoces de años.